miércoles, 12 de marzo de 2008

Sociolingüística i pragmàtica, un resumen

En este artículo publicado en la revista Treballs de sociolingüística catalana, nº9, 1991, Helena Calsamiglia y Amparo Tusón proponen revisar dos perspectivas de análisis del uso lingüístico: la sociolingüística y la pragmática y ver donde confluyen. La verdad es que se detienen extensamente en la revisión de estas perspectivas y no definen demasiado los puntos de confluencia, básicamente apuntan que las partes de la sociolingüística que servirían más al estudio de la pragmática son la etnografía de la comunicación y la sociolingüística de la interacción que forman parte de la llamada microsociolingüística.

1. La sociolingüística

Existe como disciplina autónoma desde mediados del siglo XX. Parte de disciplinas como la dialectologia, la antropologia cultural, la sociologia y la lingüística que empieza a entender la lengua como un sistema homogenio y abstracto.
Sus objetivos se orientan claramente al estudio del uso de la lengua en un contexto socio-cultural. Su finalidad es dar cuenta de la variación des de un punto de vista sincrónico.
El desarrollo de esta disciplina no fue ni es unitario por eso podemos hablar de sociolingüísticas y no de un único marco teórico.
Se definen sobretodo, dos tendencias:

- la macrosociolingüística, en la que tiene un peso superior la perspectiva sociológica, en la que el aparato metodológico es sobretodo cuantitativo: se utiliza la estadística, las muestras representativas, la enquesta...Este tipo de investigación tiene una repercusión importante en la intervención política y legal sobre el uso de las lenguas.

- la microsociolingüística, que centran sus investigaciones en el lenguaje como interacción comunicativa y, como tal, muestra y manifestación de la vida social y cultural de la comunidad. Tienen en cuenta todos los elementos lingüísticos y extralingüísticos que contribuyen a crear significación.

La sociolingüística correlacional, que no se deja encasillar en "macro" o "micro". Pone en realción la variación de rasgos lingüísticos con sectores de la población definidos por características étnicas, culturales o de clase social.

2. La pragmática

A lo largo de los años 30 del siglo XX se empiezan a buscar relaciones entre signos e intérpretes y a centrar las investigaciones en los hablantes.
Austin y Wittgenstein hacen sus primeras investigaciones que serán conocidas más tarde.
Para Wittgenstein el lenguaje se ordena siguiendo las reglas de uso público, el significado de las palabras se encuentra en su uso, por lo tanto es la cultura, las formas de vida, las que confieren significados a los enunciados. Durante el aprendizaje de una lengua lo que se adquiere es precisamente este "reglamento" implícito.
Austin teorizará en respuesta al positivismo lógico que plantea que si un enunciado no es nim verdadero ni falso no tiene sentido. Austin hablará de enunciados que tienen éxito o fracasan, estas reflexiones desembocaran en la teoría de los actos de habla, para Austin al decir un enunciado se producen tres actos de habla:

1. Locutivo.
2. Ilocutivo
3. Perlocutivo

(ver Austin, 1962; Levinson, 1983 [1989], 227)

Esta teoría será reformulada por J. Searle a partir de los años 60, una de las aportaciones más importantes de este filósofo se refiere a los actos indirectos de habla. Cuando el significado del enunciado no se corresponde con la intención del hablante, entonces el oyente tendrá que hacer inferencias para interpretarlo adecuadamente.
Grice centró su interés en la explicación del funcionamiento de los intercambios conversacionales, que están presididos por el principio de cooperación, que se mantiene gracias a la existencia de las máximas conversacionales que son:

1. de cantidad: no decir ni mucho ni poco
2. de calidad: decir lo que se sabe que no es falso
3. de relación o de relevancia: decir lo que es relevante
4. de manera: decir las cosas ordenadas

Grice observa que estas máximas se violan constantemente pero esto no afecta negativamente a la conversación porque los hablantes hacen implicaturas, un tipo de inferencias propias de la conversación, a través de las implicaturas se interpretan las intenciones del otro, se construye una parte del significado no explícito, y se le da sentido a la conversación.
Desde hace unos años Sperber y Wilson han trabajado integrando aspectos cognitivos y pragmáticos ; desde su perspectiva la máxima de relevancia sobredetermina todas las otras máximas de Grice.

También son muy interesantes trabajos sobre la cortesía, como demuestran Brown y Levinson (1987), que permite explicar muchos usos indirectos.
La pragmática hoy en día se presenta como una disciplina global, que permite poner en contacto aportaciones diversas que tienen en común el interés por el estudio del uso lingüístico contextualizado, el uso lingüístico como una forma de acción humana.

3. La pragmática y los estudios de uso de la lengua

En los años setenta se redefine el concepto de habla que deja de considerarse como una realización meramente individual del sistema sino que se manifiesta en tipos de discursos estructurados que dependen de cada contexto socio-cultural.
Podríamos decir que el desarrollo de la lingüística del habla desemboca en el análisis del discurso.
Una de las características de este tipo de análisis es que pone el énfasis en el hablante, y no en un hablante ideal sino que tiene un status y un rol en la situación y es un agente activo en la producción y en la interpretación de los discursos.
En lo que concierne a la habilidad lingüística y comunicativa del hablante, la perspectiva que se toma es la de una lingüística de la elección, el hablante elige lo que le parece más adecuado para tener éxito en sus interacciones. Por todas estas razones, las aportaciones de la filosofía del lenguaje (Austin, Searle, Wittgenstein), como de la etnografía de la comunicación (Gumperz y Hymes) y las teorías de la enunciación (de Bajtin a Benveniste...) son aprovechadas para explicar los procesos y los hechos discursivos dentro de la comunicación.
Nos fijaremos en dos orientaciones que potencian la perspectiva pragmática dentro de los estudios del discurso: el análisis conversacional y la lingüística textual.

En el análisis conversacional el objeto de estudio es la conversación cotidiana, los actos de habla quedan superados para dejar paso a un análisis de hechos reales como son las conversaciones. Se ha de tener en cuenta que la conversación no se entiende solo como reflejo de las formas de una sociedad y la cultura donde se inscribe sino también con espacio de interacción donde se crean y se recrean estas formas.

Lo más relevante de los estudios de lingüística textual es que su unidad básica es una configuración semántica, es todo un significado que esta organizado y cohesionado por una textura de relaciones. Hay dos grandes corrientes europeas, una encabezada por Halliday (que se centra sobretodo en el hablante, en lo que escoge, en la situación y la coherencia discursiva) y otra por Van Dijk, que se centra en el análisis del texto en si.
Hemos seleccionado el discurso como marco lingüístico porqué el componente pragmático tiene en el un papel constitutivo junto con el componente semántico y el componente estructurador.

Los estudios de pragmática se pueden situar en cualquier nivel de análisis. Por ejemplo, hay tipos de elementos lingüísticos que tienen una conexión con el ancoraje pragmático: los deícticos.
Es por eso que consideramos la pragmática como una perspectiva (no excluyente) desde la cual explorar los hechos lingüísticos. No es la única manera de captar y explicar el lenguaje pero si que es indispensable para tener una comprensión completa.

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