jueves, 3 de abril de 2008

Matices

En casa vivimos, Ola, que es de Polonia, Carlos, galego y yo.
Este mediodía nos encontramos en la cocina y Ola le dijo a Carlos:

- Acabo de hacer ensalada, ¿quieres comer conmigo?

Carlos contestó:

- Porque no!

Usando el interrogativo de forma poca habitual, a lo que Ola respondió, visiblemente desconcertada:

- Claro, porque...no?

- Claro mujer, le echamos cuatro cosas más y llega para los dos.

El contexto no era ambiguo, cualquier nativo o hablante avanzado de español hubiera entendido el uso enfático del interrogativo que significava un si rotundo, pero son estos matices de la lengua, los que a veces nos pierden entre sentido y significado.

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